Tristán Beckinschtein (a la izquierda) y Facundo Manes
Foto: Gustavo Seiguer
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El 18 de marzo de 2005, tras siete años de batallas legales, la joven norteamericana Terri Schiavo fue desconectada del tubo que la alimentaba e hidrataba desde que, en 1990, había quedado inconsciente
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Su muerte ocurrió 13 días más tarde
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Durante más de una década, los médicos que estudiaron su historia clínica, le tomaron electroencefalogramas y analizaron filmaciones de su comportamiento ofrecieron diagnósticos divergentes: para algunos, Schiavo se encontraba en estado vegetativo; para otros, en estado de conciencia mínima
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La disparidad de criterios se debía a que la evaluación de ambas condiciones era subjetiva e imprecisa
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Ahora dos investigadores argentinos desarrollaron una técnica que permite distinguir objetivamente estos dos estados de conciencia
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El avance logrado cobra trascendencia porque distintas investigaciones sugieren que quienes se encuentran en estado de conciencia mínima tendrían más posibilidades de recuperación.
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