Consigna The Guardian que un equipo líder de neurocientíficos ha desarrollado una técnica que permite mirar en lo profundo del cerebro de una persona y leer sus intenciones antes de que actúe
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Un desarrollo más sofisticado del sistema permitiría leer pensamientos complejos y hasta pescarlos antes de que la persona sea siquiera consciente de ellos (bonita alternativa al psicoanálisis)
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"Es como acercar una antorcha y leer lo que está escrito en la pared", declaró uno de ellos
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La noticia recuerda a la película de Spielberg Minority report , en la que existen unos seres llamados precogs , que son capaces de ver anticipadamente el futuro, y en la que una brigada de pre-crimen está encargada de impedir los asesinatos antes de que lleguen a cometerse
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Innumerables problemas éticos plantea lo anterior, pero el otro extremo exacto es lo que sucede en la Argentina
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toda la maquinaria "preventiva" se mueve detrás de los acontecimientos
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Si hay un chico arrollado por las picadas, no hace falta ser precog para adivinar que en esa esquina, al día siguiente -jamás el día anterior- habrá policías haciendo controles de velocidad y alcoholemia
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Todo ello hasta que pase la conmoción colectiva y se pueda volver a la fase de letargo anterior. Los cambios profundos siguen siendo efecto de tragedias o golpes ya ocurridos
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La única ventaja que tenemos es que no hace falta un scanner cerebral para adivinar las intenciones de nuestros cerebros políticos, ya que son más previsibles que sus acciones
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No hace falta ser precog para prever, por ejemplo, la aparición de acusaciones cruzadas en este período preeleccionario
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Uno podría pensar que existen tres calidades de liderazgo: aquel que se anticipa a los acontecimientos y no sólo los previene sino que es capaz de imaginar y construir alternativas; aquel que reacciona cuando algo lo conmina a hacerlo, luego de que ocurran las cosas, y aquel que a pesar de oír reclamos desde muy antiguo, directamente no reacciona
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En materia de reforma política tenemos el tercero, el liderazgo de peor calidad, y en materia de decisiones diarias tenemos el segundo
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Pero no hay evidencias del primero
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Parece que tuviéramos mutilado uno de los horizontes temporales y que en nuestro país sólo existieran el presente y el pasado
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En cuanto al futuro y el largo plazo, nos llegan siempre antes de que podamos siquiera pensarlos
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Por Enrique Valiente Noailles
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