John Madejski está a punto de saber lo que está pasando dentro su cabeza.
El conocido hombre de negocios británico está estirado en una camilla y es trasportado con cuidado a un equipo de resonancia magnética.
Pero Madejski no está enfermo.
El escáner que le van a realizar es parte de un experimento único que pretende determinar si la ciencia puede aplicarse al estudio del liderazgo.
Neurocientíficos, psicólogos y expertos en gestión de la Universidad de Reading, en Inglaterra, colaboran en un estudio con el que se quiere examinar los cerebros de directores ejecutivos de empresas y líderes en otros campos, como el militar o el de las organizaciones de voluntariado.
Queremos ver cómo líderes de diferentes sectores toman decisiones. Lo que hace que una persona pase de tomar una buena decisión a una mala, lo que sucede en la mente de las personas y lo que les lleva a esas elecciones
Kevin Money, escuela de negocios Henley
"Queremos ver cómo líderes de diferentes sectores toman decisiones.
Lo que hace que una persona pase de tomar una buena decisión a una mala, lo que sucede en la mente de las personas y lo que les lleva a esas elecciones", explica Kevin Money, de la escuela de negocios Henley, adscrita a la Universidad de Reading.
Dentro del equipo de resonancia magnética, John Madejski no está tan solo descansando, también está completando una serie de ejercicios.
El profesor Douglas Saddy, del Centro para Neurociencia y Neurodinámica Integradas de Reading observa mientras este hombre de negocios presiona un teclado para tomar diversas decisiones financieras.
"En este caso", explica Saddy, "lo que se le pide que haga es realizar un juicio sobre si, dada una cierta cantidad de información, una gratificación a corto plazo es mejor que una a largo plazo".
Cautela
Mientras presiona el teclado, se mide su actividad cerebral. El resultado de estas pruebas y de otros escáneres se juntarán para intentar extraer algunas conclusiones.
Madejski sale del escáner con aspecto de estar bastante animado.
"Creo que encontraron mi cerebro", bromea.
Este empresario ha ganado suficiente dinero con sus diversos negocios como para comprar un club de fútbol y financiar un Centro para la Reputación en la escuela de negocios Henley.
Está entusiasmado con el proyecto y ha prometido animar a algunos de sus colegas magnates para que se dejen hacer los escáneres cerebrales.
El doctor Money es cauteloso sobre los resultados de la investigación.
"Es demasiado pronto. No podemos examinar el cerebro de una persona y extraer demasiadas conclusiones.
Lo que podemos hacer es examinar diferentes grupos –por ejemplo militares y hombres de negocios- y comparar la educación del liderazgo en esos grupos", señala.
Pero usar la tecnología para saber lo que hace falta para ser un buen líder no es nuevo.
Psicometría
Durante décadas, organizaciones en todo el mundo han utilizado pruebas psicométricas para ayudar a elegir candidatos para posiciones de responsabilidad y para tratar de entender qué hace que alguien sea un buen líder.
Pero la psicometría es una ciencia controversial, y algunos de sus críticos aseguran que realiza afirmaciones que no pueden ser probadas.
El profesor Peter Saville ha dirigido durante años un negocio que se dedica a proporcionar técnicas de psicometría.
Saville me cuenta la historia de su ciencia que, afirma, se remonta a técnicas utilizadas en Inglaterra en el siglo XVII para seleccionar a oficiales navales, e insiste en que realiza un contribución importante a la tarea de elegir buenos candidatos para un puesto de trabajo.
"Todavía se encuentran entrevistadores que juzgan a los candidatos por el primer minuto de una entrevista", asegura.
"Lo único que hacemos es reducir las posibilidades de elegir al candidato erróneo.
Es la ciencia frente a los sentimientos".
(Con la psicometría) Lo único que hacemos es reducir las posibilidades de elegir al candidato erróneo. Es la ciencia frente a los sentimientos
Profesor Peter Saville
El profesor Saville prepara una prueba para medir mis habilidades de liderazgo.
Incluye 36 preguntas bastante complicadas en las que se me pide clasificar mis propias habilidades, desde la capacidad de decisión hasta el pensamiento estratégico.
Tras completar el cuestionario, el profesor Saville me entrega un informe.
Éste no es alentador.
"Te sitúas en la parte baja del 2% de la población en cuanto a visión estratégica", me dice.
Pero trata de animarme asegurándome que he obtenido una alta puntuación como comunicador y como relacionista –habilidades importantes para un periodista- aunque deja claro que no se me va a pedir en un futuro próximo que dirija una gran organización.
Escepticismo
Así que, ¿puede ser que la industria de los recursos humanos que ya utiliza la psicometría emplee ahora otras técnicas, incluyendo los escáneres cerebrales?
La cazadora de talentos Virgina Eastman se muestra escéptica.
Eastman se encarga de conseguir candidatos para altos cargos en organizaciones de medios globales.
Afirma que las nuevas tecnologías están haciendo que sea más sencillo el proceso comunicarse con líderes adecuados y evaluarlos, pero hasta ahí llega la cosa.
"Nuestra profesión está construida sobre un elemento: el consenso de que todos reconocemos lo que es bueno y que somos nosotros los que hacemos ese juicio. Ninguna máquina puede reemplazar eso", asegura.
Neurocientíficos y psicólogos creen que pueden hacer una contribución real a nuestro entendimiento de lo que hace que un líder sea sólido.
Pero por el momento, aquellos cuyo trabajo es seleccionar líderes todavía creen que su trabajo es más un arte que una tecnología.
Rory Cellan-Jones
bbc.co.uk
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