A pesar de que los más impresionables prefieren mirar hacia otra parte, el estudio revela que es mejor hacer lo contrario y dirigir la mirada hacia la aguja.
Este método -aseguran- puede funcionar como análgesico y evitarnos los malos momentos, según publica la BBC .
El experimento realizado con 18 voluntarios demostró, además, que si se magnificaba el tamaño de la zona del cuerpo para simular que es mayor, disminuye aun más el dolor.
La investigación, realizada de forma conjunta por una universidad londinense y otra milanesa, reveló detalles sobre cómo el cerebro humano gestiona el dolor.
Los médicos aplicaron calor sobre las manos de los participantes del experimento y fueron aumentando la temperatura hasta que resultaba dolorosa.
De esta forma medían el umbral del dolor y cuando se activaban las zonas del cerebro. Los científicos colocaron espejos para controlar lo que las personas veían y así encontraron que podían tolerar hasta 3ºC más de calor cuando observaban lo que estaba ocurriendo.
Otro experimento demostró que al usar espejos convexos para agrandar la imagen, los voluntarios soportaban temperaturas más altas.
La investigación demostró que hay una importante relación entre "las conexiones visuales del cerebro y las conexiones del dolor en el cerebro".
telecinco.es
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