Un grupo de científicos descubrió una manera de bloquear el mecanismo que provoca la adicción a los opiáceos como la morfina o la heroína.
Un grupo de científicos de las universidades de Adelaida en Australia y Colorado en los Estados Unidos aseguran que la adicción a la heroína y la morfina puede ser bloqueada, conservando sus efectos calmantes.
Los resultados del estudio científico, que fueron publicados en la revista Journal of Neuroscience, pueden desembocar en la síntesis de una nueva droga para los pacientes que sufren de dolores severos a causa de un accidente u operación, así como ayudar a los heroinómanos a luchar contra el hábito.
La clave está en bloquear el mecanismo que provoca que los adictos deseen consumir la sustancia.
“Tanto el sistema nervioso central como el sistema inmunitario juegan una importante papel en la creación de las adicciones, pero nuestros estudios señalan que solo tenemos que bloquear la respuesta inmune del cerebro para acabar con el deseo de opiáceos”, añade el especialista.
Los investigadores han centrado sus esfuerzos en este inmuno-receptor, que al unirse con los opiáceos aumenta sus efectos.
La clave está en una sustancia llamada naloxone, que combinada con la morfina puede resultar altamente útil.
“La droga naloxone acaba automáticamente con la adicción”, afirmó Mark Hutchinson.
Concretamente el naxolone evita la producción de dopamina, la responsable del subidón.
“Acaba con la necesidad de tomar opiáceos y con los comportamientos asociados con la adicción, y la neuroquímica del cerebro cambia. La dopamina, que es químicamente importante para conseguir esa sensación de recompensa de la droga, deja de producirse.”
Los investigadores han buscado durante años una solución química para la adicción a la heroína, y aunque se han conseguido prometedores resultados al disminuir los efectos de la droga, también disminuyen sus efectos para calmar el dolor de los pacientes.
Los responsables del reciente estudio afirman que este nuevo tratamiento puede empezar a probarse en 18 meses.
Productos centenarios
Los opiáceos han estado relacionados no solo con la medicina sino también con la toma de sustancias para el propio recreo durante cientos de años.
Los opiáceos han estado relacionados no solo con la medicina sino también con la toma de sustancias para el propio recreo durante cientos de años.
Según los expertos, desde tan pronto como el neolítico se cree que el opio ha sido usado con efectos anestésicos y hasta en celebraciones de rituales.
Después de empezar a consumirse en culturas como la india o la griega, el consumo de opiáceos a nivel mundial, que para el siglo XVII estaba ampliamente extendido, comenzó a regularse a principios del siglo XX.
Poco antes, en 1874, el químico inglés C. R. Alder Wright fue el primero en sintetizar la heroína, después de añadir dos grupos acetilos a una molécula de morfina.
Desde entonces el uso de ambas sustancias se ha extendido en todo el mundo, y aunque han ayudado a aliviar el dolor a millones de personas también han provocado que muchas otras cayeran en una espiral de adicción de la que es muy complicado salir.
Los resultados del nuevo estudio son esperanzadores y pueden provocar importantes cambios a la hora de tratar estas adicciones.
La capacidad de dicha sustancia y sus derivados para provocar sensaciones placenteras está ampliamente corroborada, y el único problema es la adicción que provoca las sensaciones de placer que provoca.
Los opiáceos como la heroína provocan miles de muertes al año por sobredosis y enfermedades derivadas de su uso, y según informes de la ONU millones de personas son adictas a la heroína en todo el mundo.
milenio.com
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