Los jugadores profesionales de ajedrez suelen dejar perplejos a sus seguidores con su capacidad de realizar movimientos letales y certeros para sus oponentes de forma rápida e intuitiva, pero un estudio japonés publicado la semana pasada habría revelado su secreto.
A través del monitoreo del flujo sanguíneo en el cerebro para detectar su actividad, investigadores hallaron que los jugadores expertos de shogi -un juego japonés similar al ajedrez- usan dos regiones cerebrales para efectuar los movimientos cruciales.
Los expertos en shogi, que entrenan entre tres y cuatro horas diarias durante varios años, a menudo han señalado que el mejor movimiento procede de su mente de una forma intuitiva y estos en comparación con los aficionados, mostraban una activación cerebral específica en el área del precuneus del lóbulo parietal, una región asociada con imágenes visoespaciales y la recuperación de la memoria episódica.
Esta región también se ha relacionado con la memoria de trabajo de los patrones de partidas de ajedrez.
"A diferencia de los jugadores amateur, que usan la región llamada precuneus, los profesionales emplean el núcleo caudado en el centro del cerebro", dijo Keiji Tanaka, del Laboratorio de Mapeo Cerebral Cognitivo del Instituto de Ciencia Cerebral Riken.
"Los profesionales están entrenados exhaustivamente por mucho tiempo -más de 10 años- y durante muchas horas por día.
Este tratamiento exhaustivo habría cambiado la actividad desde la corteza cerebral hacia el núcleo caudado", indicó Tanaka, autor del estudio.
Los resultados fueron publicados en la revista Science.
"El núcleo caudado está muy bien desarrollado en las ratas y los ratones, mientras que la corteza cerebral está muy desarrollada en los primates (...).
Para volverse expertos, los maestros del shogi comienzan a usar todas las partes del cerebro", dijo Tanaka.
El autor espera que se realicen más estudios sobre los poderes del núcleo caudado.
"Los juegos no serían muy importantes para la sociedad (...) pero los investigadores de crímenes, los médicos, todos, necesitan de la intuición para hallar el punto de preocupación, el punto de anormalidad", dijo Tanaka.
"Los ingenieros en sistemas suelen tener que depender de la intuición para ubicar la fuente de un problema, los ingenieros no pueden explicar por qué son buenos, algo muy similar a lo que sucede en el ajedrez", aseveró el experto.
Sin embargo, añadió que se necesitan más estudios para aclarar por qué estos patrones se dan sólo en jugadores expertos.
eluniversal.com
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