¿Adiós a los deportistas poco inteligentes?
El técnico belga Michel Bruyninckx apuesta por entrenar el cerebro de los jugadores como forma de desarrollar sus habilidades.
La lista de excusas utilizadas para explicar los continuos fracasos de Inglaterra en torneos internacionales de fútbol es interminable, pero aún así hay una nueva que añadir: la falta de inteligencia.
Justo hace un año, el ex internacional inglés Chris Waddle apuntó en esta dirección cuando dijo que el extremo del Arsenal Theo Walcott no tenía "cerebro para el fútbol".
Teniendo en cuenta su importancia, ¿por qué es el cerebro la única parte del cuerpo para la que los futbolistas no reciben un entrenamiento específico?
A lo largo de la última década, el entrenador belga Michel Bruyninckx ha estado entrenando jóvenes futbolistas con lo que él denomina "aprendizaje centrado en el cerebro", un sistema común en la educación pero totalmente desconocido en el fútbol.
Basado en la premisa de que el cerebro es mil veces más rápido que cualquier computadora, la intención de Bruyninckx es la de entrenar a sus pupilos para que aprovechen todas las capacidades de su "disco duro" para convertirse en futbolistas más hábiles e inteligentes.
Filosofía ganadora
El centrocampista del Standard de Lieja Steven Dufour –objetivo del Manchester United en el pasado- y el mediocampista ofensivo del Utrecht Dries Mertens, son los dos futbolistas más conocidos con los que Bruyninckx ha trabajado hasta ahora.
Ahora mismo hay una legión de futbolistas entrenándose según los métodos del belga - chicos como Wannes van Tricht y chicas como Imke Courtois- mientras clubes como el Lille en Francia y el Espanyol en España han estado en contacto con jóvenes valores formados gracias a los métodos de Bruyninckx.
Cuando el jugador del Germinal Beerschot belga e internacional por este país Faris Haroun empezó a trabajar con Bruyninckx no podía patear con su pierna izquierda. Dos años después, su siguiente club pensaba que era zurdo y no diestro.
"Los métodos y la filosofía de Michel se acercan a la última frontera del desarrollo de individuos de talla internacional, tanto dentro como fuera del terreno de juego", declaró el reconocido entrenador de tennis Pete McCraw.
"Sus métodos trascienden las actuales pautas de entrenamiento para desafiar los métodos tradicionales de desarrollo de atletas en deportes de conjunto".
"Es un trabajo pionero, y tiene amplias aplicaciones para numerosas disciplinas deportivas".
Llegar a profesionales
Importantes técnicos como Paul Van Himst y Robert Waseige, ambos ex seleccionadores belgas, han respaldado los métodos de Bruyninckx. Éste estima que el 25% de los alrededor de 100 futbolistas que ha preparado han llegado a ser profesionales.
La comparación con Inglaterra es más que significativa. Según las estadísticas facilitadas por el responsable de la Asociación Profesional de Futbolistas ingleses, Gordon Taylor, de los 600 chicos que se enrolan en las filas de equipos de Premier League y la Football League a la edad de 16, 500 han dejado este deporte para cuando cumplen los 21 años.
"Es importante que dejemos de pensar que el fútbol es sólo una cuestión física", comentó a la BBC Bruyninckx. "Las habilidades de los jugadores aumentaran sólo si se desarrollan los aspectos mentales del juego", agregó.
"Hay que potenciar la preparación cognitiva, implementar la percepción, mejorar el dominio del tiempo y el espacio en combinación con una perfecta capacidad motora del individuo", aseguró este preparador belga.
La idea de Bruyninckx, basada en 20 años de investigación y estudio, es la de obligar al cerebro a hacer varias cosas a la vez.
Pensando y sin agresión
Sus ejercicios son simples al inicio pero se van complicando con objeto de retar a los futbolistas a mantenerse concentrados y atentos.
Algunas veces los jugadores entrenan descalzos para hacerles más sensorialmente conscientes; en otras ocasiones, hacen ejercicios matemáticos mientras realizan pruebas físicas.
Bruyninckx impulsa el trabajo en equipo sobre el individualismo, mientras que la agresividad está bien vista -jueguan sin canilleras-, con la entrada a ras de césped como la última opción del jugador para robar un balón.
"Es necesario presentar nuevas actividades a las que los jugadores no estén acostumbrados. Si se repiten los ejercicios demasiado, el cerebro se relaja porque cree que conoce las respuestas", apuntó el técnico.
"Al desafiar constantemente al cerebro y utilizar su plasticidad, uno descubre un mundo que pensaba que nunca iba a estar su alcance".
"Apenas el cerebro acepta el reto, se crean nuevas conexiones y se logran resultados extraordinarios", asegura.
Cuidado con la etiqueta
Se trata de un enfoque innovador, aunque la neuróloga Jessica Grahn defiende que hay que ser cautos con la etiqueta de "aprendizaje centrado en el cerebro".
"Tiene todo el sentido utilizar diferentes enfoques con miras a maximizar el potencial de la gente, porque cada uno es único", afirmó la profesora Grahn que trabaja en el Centro para el Cerebro y la Mente en la Universidad de Ontario del Este.
"Así como que es de esperar que un entrenamiento integral sea mejor que uno singular y enfocado en un sólo aspecto. Pero decir que estos métodos son mejores porque utilizan múltiples partes del cerebro hace que suene más científico, pero realmente es puro marketing.
"No hay nada que podamos hacer sin que nuestro cerebro 'lo haga por nosotros', así que cada vez que entrenemos el cerebro está involucrado", sentencia.
Etiquetas aparte, lo que es innegable es la enorme cantidad de investigación realizada por Bruyninckx para desarrollar su método, el cual incorpora la idea del "aprendizaje diferencial", una aproximación al entrenamiento iniciado por el Profesor Wolfgang Schoellhorn de la Universidad de Mainz.
Lugares como Canadá, Estados Unidos, Nigeria, Egipto, Austria, Alemania, Francia, Brasil y Turquía ya se han puesto en contacto con Bruyninckx para informarse sobre su método.
Por John Sinnott, BBC Mundo
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