sábado, 5 de marzo de 2011

Neuronas espejo, para comprender a los demás


Responsables de parte de nuestro comportamiento social y de nuestro aprendizaje, gracias a las neuronas espejo somos capaces de comprender y compadecernos de los demás, además de advertirnos de las malas intenciones de alguien que tenemos enfrente.

El cerebro, ese universo todavía por descubrir, nos asombra cada día. Aunque su existencia fue proclamada en el año 1996, ha sido ahora cuando se comienza a atisbar las funciones y posibilidades de las denominadas neuronas espejo.

Fue un equipo de científicos de la Universidad de Parma (Italia), dirigidos por Giacomo Rizzolatti, quienes hallaron en el cerebro de los macacos un tipo de neuronas que se activaban cuando realizaban un acto motor y cuando el simio observaba cómo otro animal realizaba esa misma acción. Se las denominó neuronas espejo.

Ponerse en el lugar de otra persona

El siguiente paso lo dio un equipo de la Universidad de California (Los Ángeles, EE.UU.) para averiguar si esas mismas células del sistema nervioso se encontraban en el cerebro humano.

Para ello realizaron un sencillo experimento que consistía en medir la función cerebral de una persona mientras un individuo se pinchaba con una aguja.

Se descubrió que se activaban en los dos los mismos tipos de neuronas, lo que llevó al convencimiento que también en el ser humano existen estas neuronas espejo, que son la base anatómicaque permite que una persona sea capaz de ponerse en el lugar de la otra.

Ricardo Martínez Murillo, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), junto con un equipo de neurobiología del Instituto Ramón y Cajal de Madrid (España), investiga desde hace tiempo el comportamiento de este tipo de células.

“Las neuronas espejo son elementos celulares, neuronales, que están localizados en el área promotora frontal y ellóbulo temporal de la corteza cerebral.

Cuando un individuo situado enfrente de otro ejecuta una acción que el primero es capaz de hacer, estas neuronas se activan imitando, pero sin llegar a realizar el movimiento o la acción que hace la persona a la que se está observando”, explica el científico.

Ni llegamos a imitar ese movimiento ni la intensidad de la sensación es la misma; lo que nos llega es parecido al eco de la acción de ese otro individuo, según el experto.

Para Martínez Murillo, “en ese momento, estas neuronas se conectan con otras con las que intentan "hablar" para ejecutar la acción, pero esta comunicación no se llega a realizar porque hay mecanismos que la bloquean.

Pero el hecho de que estas células se enciendan en el sentido de que detectan ese movimiento, es decir, comprenden la acción, es muy importante desde el punto de vista cognitivo. La función de estas neuronas es interpretar esa acción, no ejecutarla. Con ellas se interpreta la acción, así como el objetivo y las intenciones”.

Por ello, la función de estas neuronas también es fundamental en nuestro entorno social.

“Resultan muy importantes en el mecanismo de defensa porque, si alguien te va a agredir y tú no lo interpretas, al final lo hace sin que tú te hayas podido defender.

Esas células te ayudan a ponerte en situación, a entender, a comprender al otro, saber cuáles son las intenciones y qué acción está desarrollando la persona próxima”, explica el científico español. Una neurona bondadosa

El descubrimiento de las células espejo es fundamental para elcomportamiento y el aprendizaje del individuo y, sobre todo, para incorporarnos a la red social y comprender a los demás, “porque si no comprendes a los que tienes alrededor, el mundo se convierte en un desastre”, asevera Martínez Murillo.

Así descrita, parece que tenemos en el cerebro una neurona bondadosa que nos hace compartir la alegría, la pena o el dolor de los demás, disfrutar de lassituaciones felices y además nos protege de las malas intenciones del vecino.

Marco Iacoboni, neurocientífico de la Universidad de California (Los Ángeles, EE.UU.) afirma que “las células espejo son radares andantes que permiten la intuición de saber qué hace y qué siente el otro”.

El investigador español muestra su acuerdo: “efectivamente, somos unos seres sociales y nos movemos en un campo social.

Vivimos acomodándonos a cómo viven los demás y estas neuronas son sociales en el sentido de que nos hacen individuos sociales”.

Claves fundamentales para la psicología

Vilayanur Ramachandran, director del Centro del Cerebro y Cognición de la Universidad de California (EE.UU.), ha llegado a afirmar que el descubrimiento de las neuronas espejo hará por la Psicología lo que el ADN ha hecho por la Biología.

Opinión que comparte el investigador español ya que, según afirma, aportaría datos hasta ahora desconocidos con los que desarrollar técnicas terapéuticas más seguras.

Patologías como el autismo comienzan ahora a entenderse como disfunciones de estos elementos cerebrales.

Una de las características del autista es que no entiende de las emociones del otro, por lo que se podrían desarrollar trabajos de investigación en este campo.

terra.es

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